Reflexión

«Como a san Juan Diego, (a quien en 1531 se le aparece la Virgen, Virgen de Guadalupe) María les da (a sus hijos) la caricia de su consuelo maternal (para sobrellevar los sufrimeintos y los cansancios de la vida) y les dice al oído: no se turbe tu corazón… ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?.» – Papa Francisco en EV 286