Retiro espiritual de laicos del Instituto de San José de Gerona

El 12 de Octubre, día de la Hispanidad y de la virgen del Pilar tuvimos los aspirantes a laicos del instituto de San José de Gerona de Jaen, el privilegio de poder realizar un retiro espirual previo a gran día de nuestro compromiso con la institución y por supuesto con el carisma que Maria Gay Tibau imprimió en sus hijas.

Los aspirantes Loli, Antoñita, Tere, Fernando y Juan junto con la madre Isabel Iniesta nos reunimos en la basílica menor de San Ildefonso de Jaen con nuestro párroco D.Pedro Ortega Ulloa que fue el encargado de la preparación de nuestro retiro.

A las 9,30 nos reunimos junto con otros fieles para una oración y posterior misa matutina en la capilla de nuestra patrona, donde todos los aspirantes recibimos al Señor de manos de nuestro querida madre Isabel lo cual nos produjo a todos una onda emoción.

Sin demora pasamos a los salones parroquiales y comenzamos la reunión donde D. Pedro como gran director espiritual, nos introdujo en el tema que íbamos a reflexionar durante la mañana. Como hemos llegado a Jesús, como es el encuentro con el Evangelio que nos trae la alegria y nos llena el corazón y la vida. También estuvimos reflexionando sobre historias reales de personas que vivieron momento de tibieza espiritual, otra de personas que se siente queridas por Dios aun en las mas tremendas dificultades, también de personas que optan por no tener miedo y lanzarse al amor De Dios sin reserva, sabiendo que el amor De Dios, no tiene medida.

En la segunda parte del retiro ya después de la comida que tuvo lugar en las catacumbas de la parroquia, estuvimos charlando sobre ejemplos reales de santidad en la iglesia y nuestro entorno y la dificultad que algunas veces tenemos para reconocerla. De nuestra llamada a la santidad, de como hacer cosas ordinarias de formas extraordinaria como las hacia nuestra madre Maria Gay Tibau, de nuestro testimonio cristiano y de cómo el Señor nos pide la santidad en las condiciones pariticulares de nuestras vidas.
Todos los presentes en la correspondiente puesta en común llegamos a la conclusión de nuestro paso por distintos estados espirituales a lo largo de nuestras vidas, pero siempre abriendo las puertas a Cristo y no sintiendo miedo alguno, al reconocer en Jesus y en los Evangelios , en su vida, muerte y resurrección “la historia de amor mas grande jamas contada.”.