
Beato Daniel Brottier, presbítero, misionero en Senegal, pero tuvo que volver a su país por su falta de salud. Se ofreció como capellán en la primera guerra mundial y al terminar la misma se encargó de la casa de los huérfanos poniendo todo su saber y entender al servicio de esta obra en favor de los niños y jóvenes abandonados.