Cartas a mi hijo de 2 años (II)

LA VISIBILIDAD DE DIOS

Enero de 2020


Querido AMOR:

El mundo puede ser injusto, manipulador hasta llegar a ser inhóspito e incluso aparentar irreal. Cierto que tiene síntomas de agonía: mal aspecto, alta temperatura y débil pulso, o por el contrario, ritmo acelerado. Sí, el mundo no ríe y grita demasiado, solo hace ruido. Pero, cariño, eso es el mundo, prefabricado y no podemos cambiarlo. Nuestro mundo es tan bonito, alegre y sano. El nuestro aun se construye y decidimos nosotros qué planos seguir y si usar o no primeras calidades. Porque nuestro mundo es la forma en que queremos percibir el de fuera, es la manera en la queremos que nos lleguen las cosas… El mundo no es bueno pero tú sí y entonces tu mundo lo es. Las acciones de los demás nos son ajenas y están altamente condicionadas por sus circunstancias. Por ello, perdona siempre. Nosotros también poseemos las nuestras pero tenemos la suerte de saber y poder trabajarlas para que no nos dominen. Por ello, lucha siempre, esfuérzate. La crítica destructiva existe pero es uno de los conservantes del mundo prefabricado. Por ello, no la consumas. Y recuerda que los consumidores pasivos también padecen sus síntomas y desarrollan la enfermedad. Por el contrario, encuentra siempre lo positivo en los otros, porque lo hay. La envidia, otro de los conservantes, de un mundo ultra procesado. Fruto de complejos y disparo de proyecciones. Pero tú tranquilo, no vamos a dejar que entre en nuestro mundo, aceptar quienes somos es el arma secreta que poseemos, por ello nos reímos tanto frente al espejo para que el reflejo no se pierda en la burla, y buscamos siempre nuestra sombra en el parque, para que no se confunda con la de otros. Sí hijo, qué afortunado eres, por nacer en un mundo feliz… En el mundo que Dios hizo para nosotros, en el que leemos en el Evangelio. Recuerda nuestras reglas: «Ríe» cuando el enfado quiera adueñarse. «No pasa nada» cuando se tropieza. «Estoy Bien» cuando se cae. Y diles a todos con tu ejemplo que el mundo se construye, no se destruye. Y grítale a todos con lo que haces, lo que eres. Dios en tu vida siempre, hijo.

Te quiere siempre, tu mami Mily.

Mª MILAGROS TITOS PADILLA
CARTAS A MI HIJO DE DOS AÑOS