Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo. En un día como hoy del año 1626, el papa Urbano VIII consagró la basílica de San Pedro del Vaticano, comenzada a construir hacía más de cien años, en sustitución de la que el emperador Constantino había mandado edificar en el siglo IV sobre el lugar de la sepultura del apóstol Pedro. Y hoy también recordamos, uniendo como es tradición las figuras de los dos grandes apóstoles, la consagración de la actual basílica de San Pablo, que llevó a cabo el papa Pío IX el 10 de diciembre de 1854, restaurada después del incendio que la devastó en el año 1823 y situada también en el lugar de su tumba.
