Exaltación de la Santa Cruz. Esta fiesta tiene su origen en la fecha en que, en el año 355, fueron dedicadas (es decir, inauguradas) las dos grandes basílicas de Jerusalén que había ordenado edificar el emperador Constantino: la del Calvario, y la del Santo Sepulcro. En la Cruz de Jesús la muerte ha sido vencida, y se ha abierto para siempre el camino de la resurrección y de la vida.