Guiados por Ti – Youcat

BIBLIA

Jn 1, 43-51

Al día siguiente determinó encaminarse hacia Galilea y encontró a Felipe. Y le dijo Jesús: —Sígueme. Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encontró a Natanael y le dijo: —Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los Profetas: Jesús de Nazaret, el hijo de José. Entonces le dijo Natanael: —¿De Nazaret puede salir algo bueno? —Ven y verás —le respondió Felipe. Vio Jesús a Natanael acercarse y dijo de él: —Aquí tenéis a un verdadero israelita en quien no hay doblez. Le contestó Natanael: —¿De qué me conoces? Respondió Jesús y le dijo: —Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.

Respondió Natanael: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Contestó Jesús: ¿Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores verás.

Y añadió: —En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre.

133 – YOUCAT

¿Porqué se llama católica la Iglesia?

«Católico» (del griego katholon) quiere decir estar referido a la totalidad. La Iglesia es católica porque Cristo la ha llamado a confesar toda la fe, a conservar y dispensar todos los sacramentos y a anunciar a todos la Buena Noticia; y la ha enviado a todos los pueblos. (830-831, 849-856)

INSPIRACIÓN

¿Se puede ver ya en la Iglesia el Reino de Dios?

La Iglesia está ahí para «que en el mundo exista espacio para Dios, que pueda Dios habitar en él y así el mundo se convierta en ‘su Reino’» (Joseph Ratzinger). En Jesucristo, el Reino de Dios ha despuntado verdaderamente en el mundo. Ahí donde se hace entrega de los sacramentos, el antiguo mundo de pecado y de muerte se supera y se transforma de raíz: una nueva creación tiene lugar, el Reino de Dios se hace visible. En cambio, si los cristianos no traducen la nueva vida que se les entrega en obras auténticas, los sacramentos se vuelven signos vacíos. No se puede querer recibir la comunión y, al mismo tiempo, negarle a alguien el pan. Los sacramentos apelan a un amor que esté preparado a «salir de sí mismo e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria» (Discurso del cardenal Bergoglio durante las congregaciones generales antes del Cónclave, 2013)