San Efrén, Diácono y Doctor de la Iglesia (S. IV). SE trasladó desde su patria Nisibe a Odesa, donde enseñaba teología con su palabra y escritos a muchos discípulos que le seguían. Fue célebre por su austeridad de vida y por la riqueza de sus enseñanzas, mereciendo ser llamado Cítara del Espíritu Santo.