San Juan de Sahagún, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, patrón de Salamanca, que con su santidad de vida, y su predicación logró la concordia y pacificación de la tremenda división ciudadana que asolaba la ciudad de Salamanca. Murió al parecer envenenado por una mujer a cuyo amante había convertido S. Juan en 1479.