LA GRACIA DE DIOS
21 de Junio de 2020
Querido hijo:
Hoy recién estrenamos la tan aclamada ‘Nueva normalidad’, para que puedas entender su significado, te traslado a esta tarde. El comportamiento animal puede enseñar mucho al humano. La paloma tenía sed y se acercó a beber a la piscina, hizo varios intentos midiendo la distancia hacia nosotros, su mayor amenaza. Y finalmente se marchó sin beber… Había divisado agua en un lugar seguro. Después nos sorprendió la mariposa, tú insistías en brindarle tu amistad y en querer cogerla entre tus manos mas ella más corría en su vuelo. Pues esa es la nueva normalidad que debiera ser la de siempre. Vivimos en sociedad, y ello implica corresponsabilidad, ello conlleva conocer las debilidades y fortalezas del otro y dar valor a la vida. Respetar el espacio, cumplir con la distancia, ser cauteloso en las medidas y buscar seguridad, así como la paloma… Es poder seguir volando. No pudiste tocar la mariposa pero disfrutaste al máximo de su aleteo. Es tanto lo que la mirada puede palpar…
Se aproximan fechas estivales, nuestras salidas ya pueden ser más frecuentes… Y hemos de preparar un viaje. La calidad de los mismos se mide por la compañía y los descubrimientos que hallemos. Uno de los primeros que hice con tu padre, uno de esos que lleva impreso en el billete la necesidad de perderse y encontrarse. Fue tan largo y lejano como para empezar y terminar en el mismo punto, en uno mismo. Te aseguro que no podrás descubrir sin antes conocerte a ti mismo, y no hay introspección que no parta del entorno. Sí, aquel viaje me llevó a recorrer una mínima parte del encanto natural que desprende la serranía jiennense. ‘Mira esas montañas, están ahí desde mucho antes que tú nacieses y seguirán cuando te vayas’ Aquel día supe el poder que tenía el hombre. Confieso que fue la primera de las muchas losas que me quité. Qué insignificantes resultamos ante la naturaleza. Pues bien, querido hijo, aquí hallarás todo lo que lo fabricado no puede ni siquiera copiar. Será el lugar ideal para hacer soñar a los niños y despertar a los adultos. El corazón del ser humano, sin duda, aquí late.
Hijo, abrázate a la Obra de Dios, que lo natural te acaricie y penetre en ti. Si tu alma está llena de Su Amor, tus manos nunca estarán vacías, porque tendrán Dirección y Sentido: La Entrega. Date, amor, que lo que se da en Nombre del Señor no se pierde, Florece.
TE QUIERE SIEMPRE, TU MAMI MILY
Mª MILAGROS TITOS PADILLA
CARTAS A MI HIJO DE DOS AÑOS