San Juan de Sahagún

San Juan de Sahagún, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, patrón de Salamanca, que con su santidad de vida, y su predicación logró la concordia y pacificación de la tremenda división ciudadana que asolaba la ciudad de Salamanca. Murió al parecer envenenado por una mujer a cuyo amante había convertido S. Juan en 1479. Continuar leyendo >

San Bernabé

San Bernabé, apóstol, varón bueno, lleno de fe y Espíritu Santo. Predicó el Evangelio en Antioquía e introdujo entre los hermanos a Saulo recién convertido. Fue compañero de de S. Pablo en su primer viaje por Asia y participó en el Concilio de Jerusalén, terminando su vida en la isla de Chipre. Difundiendo el Evangelio. Continuar leyendo >

San Efrén, Diácono

San Efrén, Diácono y Doctor de la Iglesia (S. IV). SE trasladó desde su patria Nisibe a Odesa, donde enseñaba teología con su palabra y escritos a muchos discípulos que le seguían. Fue célebre por su austeridad de vida y por la riqueza de sus enseñanzas, mereciendo ser llamado Cítara del Espíritu Santo. Continuar leyendo >

San Miguel de los Santos

San Miguel de los Santos, Presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, (S. XVI-XVII) estudió filosofía y Teología en Baeza, volviendo de nuevo a esta ciudad en 1615, donde estuvo 7 años, se entregó por completo a obras de caridad y a la predicación de la palabra de Dios. La Eucaristía fue el centro de su vida. Continuar leyendo >

Beata Ana de San Bartolomé

Beata Ana de San Bartolomé, Virgen de la Orden de Carmelitas descalzas, de niña fue una humilde y analfabeta pastora, pero fiel discípula de Santa Teresa de Jesús, de quien aprendió y le acompañó en su vida, dotada de gracias místicas difundió y consolidó la orden Carmelitana en Francia y Amberes donde murió en 1626. Continuar leyendo >

Noemí y Rut

Noemí y Rut. Según narra el libro bíblico de Rut, Noemí es una mujer israelita, de Belén, que a causa del hambre emigra con su marido y sus dos hijos al país de Moab. El marido muere, los hijos se casan con dos mujeres moabitas, y también mueren, y Noemí decide volver a su tierra. Pero una de las nueras, Rut, a pesar de que Noemí quiere que se quede, decide acompañarla. En Belén pasan toda clase de penurias, hasta que un rico propietario, Booz, se enamora de Rut y se casa con ella. Y este matrimonio serán los abuelos del rey David. Una historia de fidelidad y amor entre dos mujeres, y una afirmación de universalidad frente al cerrado nacionalismo judío de la época en que fue escrito el libro. Continuar leyendo >