San Antonio Abad, (S. IV) quien, habiendo perdido a sus padres, distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró a la soledad, donde llevó una vida ascética. Sostuvo a los cristianos durante la persecución de Diocleciano y apoyó a San Atanasio, reunió a muchos discípulos y por eso es llamado padre de los monjes.