San Isidoro.

San Isidoro, Obispo y Doctor de la Iglesia, (S. VI) que discípulo de su hermano San Leandro y sucesor suyo en la sede de Sevilla, escribió con erudición, convocó y presidió varios concilios, y trabajó con celo y sabiduría por la fe católica y por la observancia de la disciplina eclesiástica. Continuar leyendo >

San Jorge

San Jorge, mártir (S. IV) Patrón de Inglaterra, Aragón y Cataluña. No es un santo legendario, aunque la leyenda se apoderó de su memoria. Su glorioso martirio tuvo lugar en Diópolis o Lidia, en Palestina, actual Israel. Lo celebran desde muy antiguo todas las Iglesias, desde Oriente hasta Occidente. Continuar leyendo >

Santos Sotero y Cayo

En Roma, Santos Sotero (S. II) y Cayo (S. III) Papas. Del primero San Dionisio de Corinto alaba su gran caridad para con los hermanos, los peregrinos necesitados, los afligidos por la pobreza y condenados a trabajos forzosos, de S. Cayo huyó de la persecución de Diocleciano, de quien se cree era pariente. Continuar leyendo >

San León IX

En Roma, San León IX, papa, (S. XI) obispo de Tulle durante 25 años, en donde defendió enérgicamente a su comunidad, y una vez elegido para la sede romana, reunió varios sínodos para acordar la reforma del clero y la extirpación de la simonía. En su tiempo se consumó el cisma de Oriente. Continuar leyendo >

San Aniceto

San Aniceto, Papa y mártir (S. II) Recibió fraternalmente a San Policarpo, huésped insigne que viajó a Roma para tratar asuntos eclesiásticos sobre la fe y la moral cristiana y especialmente sobre la fecha de la celebración de la Pascua que no llegaron a un acuerdo. Continuar leyendo >

San Julio I

En Roma, (S. IV) en la tercera milla de la vía Aurelia, sepultura del papa San Julio I, quien frente a los ataques de los arrianos, custodió valerosamente la fe del Concilio de Nicea, defendió a San Atanasio, perseguido y exiliado, y reunió el Concilio de Sárdica. Continuar leyendo >

San Dionisio de Corinto

San Dionisio Obispo de Corinto en Grecia (S. II). Dotado de admirable conocimiento de la palabra de Dios, no solo enseñó con la predicación a los fieles de su ciudad, sino también a los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas. La Iglesia griega lo considera como mártir aunque los datos que conocemos nada dicen de su martirio. Continuar leyendo >